Colombia no es un país que le apunte mucho a la ciencia, las trabas, el incumplimiento a los cerebros fugados y la falta de una cultura que aprecie la ciencia ha hecho que las investigaciones científicas decaigan, que la academia no le apunte a la formación en esta y que la sociedad prefiera el conformismo supersticioso.
Un estado así no debería posar de nada sino preocuparse por enmendar esto, pero lo único que hace es aparentar apostarle a la ciencia y tecnología atribuyéndose actos individuales o colectivos que no tienen apoyo gubernamental, pero resultan acabando con comisiones relacionadas con la materia, niegan recursos para darlos a construir monumentos y/o actividades religiosas y solamente hasta el año pasado empezaron a graduar astrónomos.
A pesar de todo esto Colombia fue reincorporada a la Unión Astronómica Internacional en abril pasado, en lugar de jactarse, celebrar o exhibir orgullo bananero por esto, a partir de esta reintegración debería empezar el estado, y la sociedad, a comportarse como una nación preocupada por entender el universo, y no solo posar de amante de la astronomía esperando que sean unos pocos los que hagan el esfuerzo.
(Se puede ver también en el otro blog)