jueves, 19 de julio de 2012

Cualquiera puede llorar

Por estos días se ha vivido una problemática en el Cauca que, aunque pocos recuerdan, empezó y siempre ha sido por la avanzada del narcotráfico y el terrorismo, sin excluir la incompetencia del estado y una serie de factores que desatan un conflicto en zonas de dicho departamento desde hace ya tiempo.


Lo que hoy ha extendido los comentarios y la complejidad de la situación no ha sido mucho porque los criminales aparecen desde las montañas y azotan con ráfagas de fusil los puestos de la fuerza pública que están para proteger a la población, qué va, eso tiende a ser irrelevante, el dilema ha sido porque a los indígenas que habitan allí  se les ocurrió sacar el estado para traer la "paz", es normal que quieran la paz, todos la quieren, pero de ahí a desalojar a la fuerza que protege la población y asegura el territorio, lo que ahí se percibe son aires de superioridad cultural y abuso de autonomía, todo ésto ha dividido la opinión pública de alguna manera.

Una de las cosas que más echó leña al fuego fue el momento, durante el desalojo de los militares, cuando al Sargento Rodrigo García se le salieron las lágrimas al ver el momento por el que pasaba raro que se desahogara llorando y no disparando a cualquier criatura con vida como normalmente acusan algunos, el hecho surcó los medios, desde mi punto de vista no fue nada malo, ¿quién no reacciona así mientras lo empuja una turba de civiles que se supone son los que se deben proteger?, ¿no puede llorar?, ¿si sale en los medios el momento captado durante el llanto es algo mediático?

El todo es que para algunos el que haya llorado y el que saliera en los medios ya eso es sensacionalismo y una conspiración para discriminar los indígenas a favor de los militares y blablablá viene la demagogia en cascadas.

Mientras tanto en Hijas de Lot tuvieron que regresar a los tiempos de la colonización para poder entender la situación, afirmando hasta que hemos esclavizado, desterramos y nos burlamos  de los nativos durante la colonización española, pero no recuerdo haberlo vivido. Yo nací para el 93 y jamás bauticé a  nadie o me burlé por ser indígena, ni si quiera ello me hace superior o inferior, ni tampoco me da un beneficio sobre los demás individuos, de igual manera lo que está pasando no es para decir que los que protestan (si a eso se le llama protesta) son terroristas o por ser indígenas son los malos del paseo, pero mucho se puede pensar si hay o no infiltrados ¿por qué no? eso no denigra de nadie, tampoco hace que generalicemos (a menos que usted sea un imbécil patriota pendejo uribista) simplemente preocupa y punto.

Claro que todos somos invasores  y por supuesto los indígenas tienen más derechos y deben ser mejor tratados (discriminación positiva), siendo ésta la justificación del intento de sacar al estado de algunas zonas del Cauca. Hay que entender también que nosotros (no indígenas impuros colonos invasores) no podemos ir con un machete amenazando o empujando a un militar porque nos echamos encima la ley por la cual estamos cobijados, algunos, los no aborígenes más que todo, si lo hace un indígena y se judicializa eso es regresar a los tiempos de colonización católica ¡Qué le pasa!

Al fin y al cabo no debemos defender a los individuos por tener los mismos derechos, para nada, hay que defenderlos selectivamente, o sea, si son indígenas bien, el resto por ser unos degenerados inmortales que vinieron a colonizar y que todavía existen como para acusarlos no puede exigir nada ni llorar, no se atreva porque eso sería un intento de exterminio nuevo contra los aborígenes y no ama la tierra, así que absténgase por favor.

Exhortamos a esa gente que invade tierras y coloniza que las deje y vaya pidan ciudadanía en algún país de Europa o África porque acá solo habitan aborígenes, el resto, incluyendo a los que no eligieron nacer acá, no pueden vivir  a menos que se ajusten a la cultura y a las tradiciones (que están por encima de los derechos individuales), de no ser así será considerado un acto de colonización y evangelización  (así sean ateos, lo que sea) el quedarse y pedir que seamos igualmente considerados por nuestros derechos todos sin importar nuestra procedencia, color, religión o tradiciones.

Tenía ganas de sacar a todos los militares de Tolemaida, pero no soy de sangre indígena, soy una mezcla de todos los colores. Me quedé con las ganas de llorar también, pero si lo hago seré un llorón que quiere ser famoso por tele y odia a los aborígenes.