domingo, 14 de septiembre de 2014

La terrible (?) censura

Hace ya seis meses, más o menos, que una polémica se anunciaba en los medios de comunicación, una batalla entre los que se lucran con los libros (que se creen bondadosos intelectuales) contra los que se lucran con la cerveza (los antagonistas, supuestamente), con toda la ventaja, los dizque amantes de la lectura, nada interesados en las ganancias, triunfaron en su cruzada empujando a Póker hacia el oscuro abismo de la censura.

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Una historia para conmemorar, excepto porque fue una pelea entre negocios; unos vieron su negocio ofendido por otro negocio y lo presionaron hasta que cedió, disfrazando esto, claro, como una supuesta preocupación sociocultural (colectivista) por los libros y la lectura, basándose en los pocos índices de gusto por la lectura en el país. Esto no pasó a mayores en materia de actos de censura, pues los ganadores se llevaron todo el crédito, izaron con euforia el pabellón de la cultura y la intelectualidad jactándose de ser sus promotores y defensores.


Recientemente un acto de censura también apareció en los medios, el blanco esta vez fue una exposición de arte, los cristianazis se abalanzaron con toda contra este acto cultural, censurándola, solo porque no les parecía, no les gustaba porque ofendía sus débiles creencias, solo por esto justificaron el cagarse el acto cultural.

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Revista Arcadia incluso llamó esto cruzada, sí, se indiginaron, dieron su apoyo y su solidaridad, se mostraron laicos, amantes de las libertades y los derechos, pero jamás mencionaron que muchos meses atrás los censuradores eran ellos y sus víctimas tuvieron que suprimir un comercial solo porque no les gustó, se ofendieron, como a los cristianazis no les gustó el arte de María Eugenia Trujillo porque les ofendía.

Esa vez la cruzada no era religiosa, era de intelectualoides con delirios de grandeza, imagino que es censura solo cuando les parece, porque cuando les duele el negocio buscan acabar con todo, ahí sí deja de ser censura y lo hacen pasar por una heroica batalla en honor a los libros, ahí sí no es terrible el acto de suprimir aquello que no nos agrada en pro de la sensibilidad.

No hay diferencia entre fanáticos religiosos y revistas amantes de la lectura, cuando de censura se trata los acobardados con doble moral aplastan por igual la libre expresión, y dicen oponerse a la censura, pero hasta cuando les conviene, de ahí para allá...


Me alegra por la artista María Eugenia, su exposición puede seguir adelante sin la tormenta cristianazi encima, como no pasó con Póker que tuvo que ceder a la filantropía de la supuesta élite intelectual.

El legado de los conservadores ultrarreligiosos del siglo XIX

Tesis del actual Procurador General de la Nación


En contraposición a los aberrantes actos seculares y laicos por parte los liberales radicales cuando asumieron el poder, los heroicos conservadores y regeneradores, alcanzaron, gracias a Azathoth, a salvar nuestra tierrita querida de la perdición en 1886.

Fueron muchas las bondades que nos brindaron desde la regeneración y durante la hegemonía conservadora nuestros hermanos de la ola azul y colaboradores:

-Un régimen unitario

-Poder volver a invocar en el preámbulo a la deidad favorita de la mayoría

-La restauración de la pena de muerte

-Educación y políticas encaminadas a imponer el cristianismo

-Privilegios para el clero, como la exención de impuestos

-Supresión de la autonomía de las poblaciones convirtiéndolas en departamentos

-Separación de Panamá

-Censura a la libertad de expresión

Siendo esto solo una parte del gran esfuerzo emprendido por aquellos guerreros ansiosos por implantar la moral cristianazi por encima de todo (incluyendo la constitución), y es que actualmente aún se mantiene su legado, uno que dice defendernos (?) del laicismo liberal ateo masónico que la modernidad homosexualista libertina busca inculcarnos, logrando que los odiosos derechos humanos se tomen el puro e inocente pueblo colombiano temeroso de Dios.

Un manual de convivencia refleja el amor cristiano

Por suerte para los lunáticos religiosos, chovinistas y ultraderechistas todavía tienen un Ordóñez, un Marco Fidel, un Uribe, un Chamorro, una Clara y una María Fernanda, entre muchos otros cruzados que siguen dando vida a las enseñanzas dejadas por los próceres de la eterna patria cristiana, sus logros enaltecen al ciudadano bananero del común.

Maravillas como la homofobia, la persecución y discriminaciónel desprecio por las libertades individuales, el adoctrinamiento, la violación del estado laico, el machismo, la censura y demás, son las que evitan que olvidemos nuestra posición en el decadente tercer mundo, porque no está permitido avanzar gracias a la mayoría dependendiente mentalmente de un dictador sobrenatural (leer preámbulo), el cual odia al individuo, su autonomía, derechos y diversidad, siendo este ser imaginario un simple reflejo de los prejuicios que enorgullecen a cualquier colombiano de bien, quien los expresa con pasión como todo ferviente patriota para que el mundo lo sepa.



Por esto occidente tiene que saber que el renacimiento, la ilustración, la revolución francesa, el Olimpo radical y la defensa histórica de los derechos humanos en Colombianistán jamás serán tan importantes como el orgullo patrio que todo cristiano profesa en esta nación, siempre en busca de mantener siglos y siglos de esfuerzos para levantar nuestra propia teocracia bananera tercermundista, la cual, óigase bien, es la única capacitada para brindar prosperidad, tranquilidad y felicidad a nuestros compatriotas con sus débiles mentes sedientas de adoctrinamiento.


Desangrado corazón de Jebús, ¡Salve usted la patria!