jueves, 5 de junio de 2014

Queridas “autoridades”

Para todos aquellos a los que se les ha otorgado la fuerza y el poder, gracias a la carta magna, con el objetivo de proteger los derechos y libertades de los individuos de este territorio, no deberían olvidar que se les ha otorgado es únicamente para servir como los funcionarios que son, sí, servidores, no dueños y amos supremos.

La autoridad está en la constitución y esta es la que les concede el acceso a la fuerza, no es un préstamo cualquiera de las armas o el poder para cagarse en los otros creyendo estar por encima, no, ustedes no son más que encargados de mantener esta autoridad constitucional, y están y estarán sometidos a velar por los derechos y libertades que la constitución garantiza, esto fue lo que aceptaron al acceder a los cargos públicos... Sí, así es, públicos, no están bajo entidades privadas al merced creencias y gustos personales, no, han asumido un cargo fundamental en el funcionamiento de un estado y una sociedad.

Así que no existe motivo ni fundamento para tomar tal deber como un juego donde se disfruta del abuso o viven vanagloriándose del poder, por el contrario, han debido y deben tomarse en serio el cargo al que han accedido, se espera que por ser dignos de ocuparlo y cumplir con las obligaciones, algo que debería de preocuparles por ejercer o mejorar, pero no más de lo que se preocupa un ciudadano viendo cómo denigran del uso y la esencia de dicha autoridad gracias a la ineptitud que los destaca.